Para que la comunicación entre tus hijos y tú sea lo más fluida posible es necesario que encuentres tiempo para oírlo de una forma en que exprese su interés y disposición.
- Cómo escuchar a tu hijo: Asegúrate de que estás preparado para oírlo, presta toda tu atención a tu hijo, practica la escucha activa, invita a hablar a tu hijo. Qué escuchar, escucha el núcleo central de la historia, no pienses que tienes que solucionarle las cosas, atiende y responde a los sentimientos de tu hijo.
- Acepta sus sentimientos, ayúdale a que encuentre
diferentes formas de expresarse sus verdaderos sentimientos, cuéntale una
historia tuya en una situación similar, sintiendo cosas similares, sé un buen
modelo para él. Utiliza un lenguaje respetuoso.
- Corrige a tu hijo las veces que creas necesarias. Los hijos necesitan reglas y
límites, necesitan saber que sus padres están ahí, al pendiente de lo que pueda
ocurrir.
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